Las de Magallanes, La Araucanía y Los Lagos están en proceso de licitación, mientras que las de Los Ríos y de Arica y Parinacota ya están encaminadas. Esta infraestructura es en un vibrante polo cultural donde se asienta.
El compromiso de que cada capital regional tenga su gran biblioteca pública avanza lento, pero seguro. Es un proceso que toma entre ocho y nueve años, comenta la subdirectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas (SNBP), Paula Larraín, pero que paso a paso está proporcionando un espacio cultural a las ciudades cabeza de región. Ya existen las de Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Aysén, más la de Santiago.
“La implementación de bibliotecas regionales forma parte de nuestro compromiso con la instalación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a lo largo de todo el país, y va acompañada de otras infraestructuras necesarias para el desarrollo de las políticas públicas en cultura y patrimonio. Por eso está concebida como una política de Estado”, afirma la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
Un ejemplo da cuenta de la paciencia requerida: la creación de la Biblioteca Regional de Magallanes apareció en la cuenta presidencial de 2014, pero recién a fines de este año se estaría licitando su construcción. Hasta el 14 de julio se reciben las propuestas de las empresas constructoras. Se estima que las obras estarían listas a mediados de 2024 y la biblioteca, plenamente en funciones en 2025, según informan desde el SNBP. Acá existe un proyecto de restauración patrimonial, ya que la biblioteca estará en la excárcel.
En una situación similar se encuentra la Biblioteca Regional de La Araucanía, que a inicios de mes recibió el aporte de dinero que requería para cumplir con el presupuesto proyectado, de unos $11.500 millones. Será la primera infraestructura de este nivel en la región, con más de 6 mil metros cuadrados, un fondo inicial de 45 mil libros y espacios para talleres y actividades culturales. En el segundo semestre de este año se estarían licitando las obras, y en el segundo trimestre de 2022 se debería comenzar a construir, según información de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, MOP. Su entrega sería en 2024.
El proyecto para la Biblioteca Regional de Los Lagos tiene características similares: tendrá casi seis mil metros cuadrados y un presupuesto de unos $11.500 millones. Acá ya existía una biblioteca regional, pero no cumplía con el estándar actual. La licitación también será en los próximos meses y podría comenzar su construcción a inicios de 2022 para entregarse a fines de 2023.
El financiamiento de estas tres infraestructuras es un conjunto de dinero que viene desde el Ministerio de las Culturas, los fondos de los gobiernos regionales y municipales, y del MOP. El ministro de esta última secretaría, Alfredo Moreno, señala que “la materialización de estas tres bibliotecas regionales resulta relevante para la reactivación económica y la generación de empleos en el marco de la pandemia. El MOP decidió inyectar más de 500 millones de pesos del Fondo de Emergencia Transitorio Covid-19 a estas iniciativas que estaban detenidas, gracias a lo cual estamos iniciando sus licitaciones, y confiamos que estén iniciando sus obras entre fines de este año y comienzos de 2022”.
Otras dos bibliotecas empiezan a recorrer camino más firme. La Biblioteca Regional de Arica y Parinacota recuperará la Estación de Ferrocarril Arica-La Paz. La idea de ocupar este monumento nacional también ha tomado varios años en concretarse. Tendrá casi 3.200 metros cuadrados y de acuerdo a la SNBP, el costo estimado es de unos $10.300 millones. El diseño ya está aprobado y, de acuerdo al MOP, la licitación para construir sería a fines de 2022.
La futura Biblioteca Regional de Los Ríos ha recibido de parte de Bienes Nacionales el terreno que ocupará. De acuerdo al SNBP, la inversión estimada para la etapa de diseño es de $710 millones. El edificio será de unos 8.400 metros cuadrados.
Mucho más lejano se ve la futura Biblioteca, Archivo y Depósito de Colecciones del Biobío, que estaría iniciando su formulación para postular a la etapa de diseño ante el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, de acuerdo al MOP. Quedan en espera, todavía, las bibliotecas para Iquique, Rancagua, Talca y Chillán.
El compromiso de contar con estas bibliotecas será la manera de organizar el trabajo descentralizado del ministerio. En el país hay 450 bibliotecas en convenio con los municipios, por lo que “estas bibliotecas regionales, junto con ser un polo cultural importante, estar bien ubicadas y con acceso, serán también cabezas de gestión de las bibliotecas municipales. Esto es clave”, señala Paula Larraín.
Fuente: El Mercurio