Dotar a la zona cordillerana de una mejor infraestructura, capacitar a guías y profesionalizar servicios que ahora son informales son algunas de las medidas de este proyecto a cinco años plazo que generaría 15 mil empleos.
“Santiago le ha dado la espalda a su montaña y deberíamos abrazarla. Somos una región privilegiada por la naturaleza, con una montaña de una gran belleza natural la cual debiéramos aprovechar”, dice Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Esta entidad estatal lanzará el próximo mes una iniciativa llamada “Santiago, capital del Turismo de Montaña”, un programa de cinco años plazo que tiene como objetivo posicionar a la ciudad como un destino turístico para quienes disfrutan de las actividades al aire libre y los deportes relacionados con la montaña.
“Chile ha sido nominado varios años como el mejor destino de turismo aventura del mundo, superando a Australia y a EE.UU. que tienen una infraestructura turística privilegiada. El turismo de montaña es una actividad que genera 90 mil millones de dólares al año en el mundo. Entonces la pregunta es ¿por qué si somos un destino reconocido mundialmente nos estamos llevando tan poco de esa torta?”, añade Terrazas.
Para llevar a cabo el plan -en el que se ha trabajado con la subsecretaría de Turismo, el ministerio de Bienes Nacionales, la Intendencia y municipalidades de la zona cordillerana- se realizó un diagnóstico para identificar las falencias que debieran ser subsanadas.
Uno de los desafíos es diversificar el turismo de montaña y no solo centrarse en la temporada de nieve. “El objetivo es desarrollar el turismo de montaña a lo largo del año, potenciando diferentes tipos de actividades de acuerdo con cada época y diversificando los turistas que visitan la zona. Esto incluye potenciar el turismo de nieve, montañismo, trekking, rafting, escalada, bicicleta, aviturismo, avistamiento de flora y fauna, gastronomía, enoturismo, observación astronómica, entre otros”, dice el subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte.
Marco Zúñiga (54) lleva 20 años practicando mountain bike. “La geografía que tenemos es privilegiada para hacer ciclismo de montaña. En un radio pequeño puedes encontrar desde circuitos de alta montaña, como La Parva, hasta caminos en valles. Pero nos falta mayor infraestructura y servicios especializados establecidos, que le den seguridad al visitante. Si queremos pensar en Santiago como una capital de turismo montaña tenemos que profesionalizar los servicios, incluso pensar en temas muy específicos, como una buena oferta de seguros asociados a la actividad de montaña”, dice.
Otras brechas que se han encontrado son el alto grado de informalidad de la oferta turística, con servicios ofrecidos por personas inexpertas o empresas no constituidas. “Entre otras brechas están el desarrollo de capital humano para ir profesionalizando el sector; infraestructura habilitante que mejore accesos y servicios; promoción turística para posicionar el destino a nivel nacional e internacional; y la digitalización del destino y de las empresas que ofrecen sus servicios en la zona”, agrega Uriarte.
Coincide con este diagnóstico Manuel Ahumada, gerente de operaciones del Rancho El Añil, en el Cajón del Maipo, que lleva más de 20 años en el rubro: “En otros países tienes todo muy señalizado, senderos con su altura, tiempo de recorrido y dificultad. Nosotros estamos en eso: en hacer la montaña más inclusiva, para que la puedan disfrutar todos, desde niños hasta abuelos. Creo que como país necesitamos capacitar a jóvenes -y que no sean necesariamente ingenieros en turismo- sino personas que sepan idiomas, que sean guías profesionales, que conozcan primeros auxilios, que manejen los protocolos de las montañas y las técnicas necesarias para entregar una oferta de primer nivel”.
“Tenemos 4 mil kilómetros de cordillera poco aprovechados. Desde el punto de vista turístico le damos más valor a la zona costera, en la que competimos con Brasil o países del Caribe”, dice Terrazas.
La idea es crear un polo de atracción turística que sea un eje de la reactivación económica, sobre todo en un escenario pospandemia en que se privilegiaría el turismo local y, en el cual, los turistas valorarán y buscarán la cercanía con espacios naturales, extensos y abiertos. “Siendo conservadores, hemos estimado que este programa podría generar 15 mil nuevos puestos de trabajo en cinco años”, agrega el titular de Corfo.
Entre las líneas de acción está la construcción de refugios de montaña y una mejor infraestructura, para lo cual se piensa realizar un plan de concesiones con Bienes Nacionales. Estas incluirán la construcción de senderos, refugios, zonas de alimentación y de servicios.
Otra iniciativa es conectar el Cajón del Maipo con la zona cordillerana de la Reina y Peñalolén, en un sendero continua con infraestructura de primer nivel.
El Plan Trepa por Chile
¿Por qué empezar en la Región Metropolitana? Según Terrazas, porque tiene un aeropuerto internacional, buena conectividad, y la oferta actual incluye cinco centros de esquí y de montaña, siete parques naturales y el Monumento Natural El Morado. “Además, están los puntos de acceso para más de 10 cerros y existen cuatro observatorios astronómicos turísticos”, agrega.
Si todo marcha bien, este programa se convertirá en un plan nacional de Turismo de Montaña en que cada región identificará las zonas con mayor potencial. “Ya estamos en conversaciones con empresarios y autoridades en Aysén y Ñuble para comenzar a potenciar ciertas zonas con mucho atractivo”, dice.
“Tenemos el volcán más alto del mundo, Ojos del Salado, pero si vas para allá, no hay nada. Tenemos que mejorar eso”, concluye Terrazas.
Fuente: El Mercurio